La piel normal es la línea de base para el tipo de piel, está bien equilibrada y es capaz de funcionar a su máximo nivel. Otros tipos de piel son el resultado de un desequilibrio causado por factores genéticos, hormonales o ambientales.
Cuando hablamos del tipo de piel nos estamos refiriendo al patrón biológico de nuestra piel; este dependerá en gran medida de qué tan bien esté funcionando tu barrera natural de la piel, especialmente cuando se trata de humedad y contenido de agua. Si tu barrera cutánea no funciona correctamente, es posible que no produzcas suficientes lípidos o que no retengas suficiente agua para mantener la piel suave y firme, lo que conduce a una piel seca. Por otro lado, producir demasiados lípidos o aceites naturales como el sebo puede dar como resultado una piel grasa. Por último, si la piel tiene una regulación hidrolipídica distinta en diferentes zonas del rostro, está es considerada como piel mixta.
La clasificación de las pieles en tipos definidos, tiene una gran importancia, ya que al comprender qué tipo de piel tenemos, podemos ser capaces tanto de evitar como de seleccionar los productos cosméticos más adecuados para nuestras necesidades, y así diseñar una rutina de cuidado de la piel personalizada.
Condiciones asociadas al tipo de piel
La piel sensible, madura, propensa al acné o incluso la piel masculina pueden expresar cualquiera de los 4 tipos de piel mencionados anteriormente. Cada una de estas condiciones requieren ajustes o adiciones al esquema de cuidado de la piel de un individuo para abordar sus necesidades particulares.
A continuación, te presentamos una serie de consejos para el cuidado específico de cada tipo de piel.
Cuidados para la piel normal
El cuidado de este tipo de piel se basa en mantener la proporción adecuada de grasa y sebo que el tejido ya presenta. Se recomiendan el uso de geles de limpieza purificantes, la aplicación de cremas hidratantes y ciertas cremas nutritivas, porque, aunque el equilibrio hidrolipídico esté balanceado es importante mantener hidratada la piel y evitar un desajuste que derive en exceso de grasa o en irritación, sobre todo porque con el paso de los años la piel normal dejará de tener la hidratación adecuada y perderá elasticidad como resultado del envejecimiento natural. No hay que exponer la piel a jabones con pH muy alto, a una humedad continua o a temperaturas extremas (tanto del agua como del aire).
Cuidados para la piel grasa o acnéica
Estamos ante una variante dérmica que requiere de un cuidado constante, pues es el tipo de piel que más proclividad presenta a acumular espinillas, dilataciones en los poros y engrosamiento epidérmico. Como parte positiva, es importante destacar que este tipo de piel es la que más lento envejece, ya que la abundante capa de grasa la protege de las inclemencias ambientales.
Este tipo de piel es muy sensible a los hábitos y dieta del individuo, pues factores como la ansiedad, el agotamiento, la falta de ejercicio o una dieta muy rica en grasas pueden provocar la secreción excesiva de sebo.Por ello, el primer consejo para mantener adecuadamente este tipo de piel es llevar un estilo de vida saludable y evitar alimentos ultraprocesados ricos en azúcares y grasas.
Otros cuidados para la piel grasa pueden ser las limpiezas periódicas profundas (para evitar la acumulación de sebo en los poros), la reducción de grasa en la piel mediante productos cosméticos, la realización de masajes regulares y la aplicación de cremas hidratantes.
Cuidados para la piel seca
La piel seca carece de los lípidos que necesita la piel para retener humedad y formar un escudo protector frente a influencias externas. Suele ser un tipo de piel que no refleja vitalidad; esto se debe a que no logra retener la humedad, lo que puede ocasionar la aparición de líneas de expresión.Para eliminar estos signos de la piel reseca es necesario que se utilicen productos hidratantes para devolver la vitalidad a la piel. Adicionalmente, se puede incluir una rutina de exfoliación para eliminar la contaminación y células muertas, pero es importante que se haga con productos suaves al igual que el tipo de desmaquillante.
Cuidados para la piel mixta
La piel mixta puede ser un poco compleja de tratar tanto en la clínica dermatológica como en casa, pues presenta segmentos cutáneos con distintas necesidades. Se distingue por el aspecto brillante en la zona “T”, es decir en la zona de mentón, nariz y frente; y la parte de las mejillas son normales o secas. Para conseguir un equilibrio en este tipo de piel es recomendable el uso regular de humectantes, tonificadores y limpiadores suaves, que te ayudarán a lucir una piel más nutrida y limpia, ya que los limpiadores fuertes y los astringentes pueden exacerbar los síntomas de la piel seca. También, es recomendable proteger la piel de los efectos desecantes del clima frío con barreras físicas como bufandas.
Cuidados para las condiciones asociadas al tipo de piel
Piel madura: corresponde a la piel de las personas mayores con aumento arrugas y pliegues. Los cuidados de la piel madura deben estar encaminados a que esté bien nutrida e hidratada y deben ser seleccionado ssin olvidar las características hidrolipídicas de tu piel. Con esto, se pretende aportar volumen, densidad y luminosidad para actuar frente a arrugas y líneas de expresión.
Piel sensible: presenta reacciones por contacto más fácilmente que el resto. Requiere de muchos cuidados, ya que puede presentar irritaciones, puede ser muy grasa o muy seca y tiende a descamarse. El mayor inconveniente es su sensibilidad a estímulos como los cosméticos, el cambio de temperatura y otros tratamientos. Aplicarte tónicos que ayuden a minimizar la irritación de tu piel, con activos como la manzanilla, son ideales para tratarla y se debe evitar utilizar limpiadores fuertes que contengan alcohol o fragancias. Si se opta por tratamientos dermatológicos, el dermatólogo o la cosmetóloga decide que es lo mejor para cada caso en particular.
Piel masculina: El hombre, igual que la mujer, debe hidratar y proteger la piel frente a las agresiones externas. Así, el uso de hidratantes específicos está perfectamente justificados para el hombre por muchos motivos, el principal es por la agresión diaria a causa por el afeitado.De hecho, los productos para el afeitado son cosméticos y deben elegirse con base en el tipo de piel.
Para finalizar, recuerda que sea cual sea tu tipo de piel es muy importante utilizar bloqueadores solares que, aunque no sean específicos de hombre o de mujer, son necesarios. Actualmente, existe una gran variedad de productos que se adaptan fácilmente a cada necesidad.