El estrés en la piel

La piel tiene una relación estrecha con el sistema nervioso, desde el origen de la vida misma se pueden ver en ella cambios que van muy de la mano con el estado físico en general. El escritor regiomontano Alfonso Reyes escribió que “la piel es superficie, pero expresión de profundidad”.

La piel es el órgano más extenso, más superficial y se encuentra en estrecha relación con el sistema neurovegetativo, por esta razón es capaz de responder a estímulos externos e internos, expresa emociones y procesos de salud o enfermedad de otros órganos del cuerpo.

Estas características le brindan a la piel la capacidad de expresar preocupaciones, enfermedades, emociones, etc. Por lo que, un estímulo estresante continuo es capaz de generar cambios visibles como el enrojecimiento, sudoración excesiva, acné y aunque estos cambios no deberían ser consideradas una enfermedad si tenemos que verlos como una llamada de atención de nuestro cuerpo.

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Hoy en día hay un término que ha tomado bastante popularidad, la Psicodermatosis. Pero, ¿Qué es?

Las complejas interacciones entre la piel y la mente, dan origen a una serie de padecimientos llamados psicodermatosis

La psicodermatosis es una de las enfermedades más controvertidas y a la vez es de las más comunes en la práctica médica diaria, debido a que el estrés,  la ansiedad y la depresión son cada vez más comunes en nuestro día a día y forman parte del comportamiento humano.

Como sabemos, la piel además de funcionar como barrera física para los órganos internos es el encargado de trasmitir las condiciones internas al mundo externo.

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Entonces, ¿Qué sucede con nuestra piel cuando es expuesta ante situaciones de estrés crónico?

• Nuestro cuerpo libera histamina, la cual se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo y esta relacionada con las alergias en la piel, picazón, etc.
• Se debilita el sistema inmunológico, lo que puede provocar que estemos expuestos a afecciones como herpes, psoriasis, entre otros.
• Pierde nutrientes e hidratación, debido a que se relentiza la circulación sanguínea.
• Aumenta la producción de adrenalina y cortisol, provocando el desequilibrio en el funcionamiento del sistema hormonal y la producción de las glándulas sebáceas, dando como resultado una dermis más grasa de lo habitual

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La piel es el órgano más extenso y se encuentra en estrecha relación con el sistema neurovegetativo, por esta razón es capaz de responder a estímulos externos e internos.

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Por lo que te dejamos algunos tips para combatir los signos de estrés en la piel:

1. Adopta hábitos de vida saludables: Cuida tu alimentación, mantén hidratado tu cuerpo, haz ejercicio e intenta descansar y dormir bien.
2. Mantén tu piel hidratada, limpia y saludable: La deshidratación no sólo empeora la inflamación de la piel, sino que también es uno de los desencadenantes directos del envejecimiento.  Hoy en día existen una gran variedad de productos para cada tipo de piel, elige el producto que corresponda a tu tipo de piel y recuerda lavar tu cara todos los días, desmaquíllate siempre, usa tónicos y cremas hidratantes, y por supuesto… ¡No olvides tu Protector solar!
3. Mantener una dieta adecuada
4. Utiliza agua fría: Es estimulante, activa la circulación y tonifica piel, al contrario del agua caliente, que deshidrata y elimina la grasa natural de la piel, lo que favorece la aparición de problemas dérmicos.
5. Y no olvides que si los síntomas siguen o empeoran es necesario consultar a un especialista.